Cómo se calcula el yield

¿Alguna vez te has preguntado cómo se calcula el yield y por qué es tan importante en el mundo de las inversiones? El concepto de yield puede parecer algo técnico o distante, pero es una de las piezas clave en la toma de decisiones financieras. Ya sea que estés invirtiendo en bonos, acciones o bienes raíces, entender cómo se calcula el yield te permitirá evaluar mejor el retorno de tus inversiones y maximizar tus ganancias.

Pero antes de profundizar en los cálculos, quiero contarte una historia que cambiará tu forma de ver las inversiones. Imagina que estás considerando dos bonos: uno te ofrece un interés anual del 5%, mientras que el otro te ofrece un 3%. A simple vista, parece claro cuál deberías elegir, ¿verdad? Pero hay más variables que considerar. El precio de compra de estos bonos no es el mismo. Aquí es donde entra en juego el cálculo del yield, una herramienta vital que te ayuda a hacer una comparación más justa.

El yield o rendimiento se refiere al retorno que un inversor obtiene por mantener un activo durante un período específico. Se calcula dividiendo el ingreso anual del activo (como los pagos de intereses o dividendos) por el precio del activo. Lo interesante aquí es que el yield cambia dependiendo del precio de mercado del activo, lo que significa que el rendimiento que se obtiene puede variar incluso si los pagos anuales se mantienen constantes.

Para desglosarlo de manera más simple, el yield tiene dos componentes principales:

  1. Rendimiento corriente: Este es el cálculo básico que se utiliza para evaluar qué tan rentable es mantener un activo en este momento. Para calcularlo, simplemente divide el ingreso anual entre el precio de compra.
  2. Yield al vencimiento (en el caso de bonos): Este es un cálculo más complejo que tiene en cuenta no solo los pagos de intereses, sino también la ganancia o pérdida que obtendrás si mantienes el bono hasta su vencimiento.

Entonces, ¿cómo calculas el yield en diferentes situaciones?

Yield en bonos

Supongamos que compras un bono con un valor nominal de $1,000 y que paga un 5% de interés anual. Si pagas el precio nominal del bono ($1,000), el cálculo del rendimiento sería sencillo:

  • Ingreso anual: $50 (5% de $1,000)
  • Precio de compra: $1,000
  • Yield corriente = $50 / $1,000 = 5%

Pero si el precio del bono en el mercado es más bajo, digamos $950, entonces tu rendimiento será mayor:

  • Yield corriente = $50 / $950 = 5.26%

Esto significa que, aunque el bono siga pagando la misma cantidad de intereses, tu rendimiento efectivo es mayor porque pagaste menos por adquirir el bono.

Yield en acciones

El yield en acciones se calcula de manera similar, pero en lugar de pagos de intereses, se utiliza el dividendo anual. Por ejemplo, si una acción paga un dividendo de $2 por acción y el precio actual de la acción es $40, el rendimiento se calcula así:

  • Yield corriente = $2 / $40 = 5%

De nuevo, si el precio de la acción baja, tu rendimiento subirá. Esto es clave para los inversores que buscan ingresos, ya que el precio de la acción no siempre refleja su valor intrínseco.

Yield en bienes raíces

En el mercado inmobiliario, el yield se utiliza para medir el retorno de las inversiones en propiedades. Se calcula dividiendo el ingreso neto anual que genera la propiedad (rentas, por ejemplo) entre el precio de compra de la misma. Por ejemplo, si compras una propiedad por $200,000 y obtienes un ingreso anual de rentas de $12,000, tu yield sería:

  • Yield corriente = $12,000 / $200,000 = 6%

Al igual que con los bonos y acciones, el yield en bienes raíces puede cambiar si el valor de la propiedad sube o baja, o si el ingreso de rentas se ajusta.

Yield ajustado por riesgo

Ahora bien, no todo es tan simple como calcular el retorno y quedarte satisfecho. Un buen inversor también debe considerar el riesgo asociado a cada inversión. Es fácil dejarse llevar por un yield alto, pero si esa inversión viene con un riesgo considerable, el retorno real podría no ser tan atractivo. Para esto, se utiliza el concepto de yield ajustado por riesgo, que te ayuda a comparar diferentes opciones de inversión teniendo en cuenta no solo el retorno, sino también el riesgo que estás asumiendo.

Yield frente a tasa de interés

Es crucial no confundir el yield con la tasa de interés. La tasa de interés se refiere al costo de pedir dinero prestado o la rentabilidad fija de una inversión, mientras que el yield es el retorno real que estás obteniendo basado en el precio que pagaste por el activo. Como hemos visto en los ejemplos anteriores, el yield varía en función del precio de compra del activo.

Estrategias para maximizar el yield

Aumentar el yield de tus inversiones no es una cuestión de suerte. Hay estrategias concretas que puedes seguir:

  1. Comprar en momentos de baja del mercado: Cuando los precios de los activos caen, los yields tienden a subir, lo que puede generar grandes oportunidades para los inversores a largo plazo.
  2. Reinvertir los ingresos: Reinvertir los dividendos o los pagos de intereses en lugar de gastarlos puede aumentar exponencialmente tu rendimiento a largo plazo.
  3. Diversificar en activos de alto yield: Invertir en activos que tradicionalmente ofrecen un yield alto, como bonos corporativos o fondos de inversión inmobiliaria (REITs), puede mejorar tu portafolio.

Conclusión

El yield es una de las métricas más importantes que debes dominar si deseas ser un inversor exitoso. No solo te dice cuánto retorno puedes esperar de una inversión, sino que también te ayuda a comparar diferentes activos y a tomar decisiones más informadas. Sin embargo, recuerda que un yield más alto generalmente implica un mayor riesgo, por lo que siempre debes evaluar la inversión en su conjunto.

Finalmente, ten en cuenta que el yield no es estático. Los cambios en los precios del mercado, las tasas de interés y otros factores pueden influir en el rendimiento de tus inversiones. Mantente siempre informado y ajusta tu estrategia según las condiciones del mercado para maximizar tu retorno.

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